Los rollos (del latino "rotulus") surgieron después de las picotas, en la Edad Moderna alrededor del siglo XV (la picota surge antes, en el XIV) y se otorgaban a municipios con jurisdicción propia a través de un Señor que ejercía el control y repartía justicia sobre su señorío.

El dicho "poner en la picota" alude a la vergüenza que sufría el reo al ser atado y expuesto en público para cumplir castigo.

Los rollos fueron suprimidos con la Constitución de 1812 que consagró la división de poderes y atribuyó la potestad de juzgar con exclusividad a los tribunales de justicia. Tras la Constitución de 1812, en especial en el Trienio Liberal, la ley obligaba a desmantelar los rollos y picotas como símbolo del fin del Antiguo Régimen. No obstante, muchos de ellos se conservaron porque los municipios decidieron transformarlas, convertirlas encruceros como oposición al régimen liberal o porque tras siglos de existencia, se habían convertido en símbolo identificativos del municipio.

Cáceres cuenta con 45 rollos, declarados todos ellos como Bien de Interés Cultural.

El rollo de Plasenzuela se mandó hacer por Juan de Vargas a mediados del siglo XVI, aunque algunos autores apuntan a un origen anterior como picota. Actualmente, se encuentra ubicado en la Plaza del pueblo, está formado por un basamento de planta circular con tres gradas, por un fuste cilíndrico de granito y un capitel con cuatro cabezas zoomorfas (una de ellas partida).

Las cabezas tienen la boca abierta y pueden intuirse la lengua y los dientes, así como unos grandes ojos que miran a los cuatro puntos cardinales, se cree que puede reflejar el poder del señor de la villa sobre cada uno de los rincones del pueblo y cada habitante. Sobre estas cuatro cabezas, existe una gran esfera que alude al mundo.

 

• BARBERO SANTOS, Marino, "ROLLOS Y PICOTAS. ROLLOS Y PICOTAS EN LA PROVINCIA DE CÁCERES", Memorias de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes, Vol. I, Trujillo, 1983.

• GONZÁLEZ MONTERO, Marino, Rollos y picotas de Extremadura, Mérida, De la Luna Libros, 2016.